Published
- 9 min de lectura
Reforma agraria y Status Quo

Disclaimer: Este artículo en realidad trabaja con un suceso histórico. Lector, si de verdad buscas un producto cultural que analizar, recomiendo que revises estos de aquí: La revolución y la tierra (2019) del director Gonzalo Benavente Secco; “Afiches de difusión de la Reforma Agraria” del artista Jesús Ruiz Durand.
Una variedad de sucesos marcó al Perú de los años 60s. Entre eventos que marcaron la coyuntura sociopolítica, económica y cultural, uno de los procesos históricos que más destaca es el de la reforma agraria de 1969. Una reforma agraria es comprendida como un instrumento legislativo que tiene el fin de alterar dos aspectos fundamentales de la actividad agraria en una sociedad: la propiedad y/o la producción de las tierras. Y, en efecto, la reforma agraria de 1969 efectuó la desaparición del sistema de tierras basado en latifundios, minifundios y haciendas que predominaba en el Perú hasta aquel momento. Debido a sus efectos en la productividad agrícola, en la movilización campesina y en el estado de la ciudadanía, la Reforma Agraria nos ayuda a comprender la actualidad peruana.
En primer lugar, la reforma agraria en cuestión fue llevada a cabo por el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada (en adelante, GRFA), el cual fue encabezado en aquel entonces por el caudillo militar Juan Velasco Alvarado. En el “Mensaje a la Nación con motivo de la promulgación de la Ley de la Reforma Agraria”, Velasco J. (1969) pronuncia que:
“Hoy, en el Día del Indio, día del campesino, el Gobierno Revolucionario le rinde el mejor de todos los tributos al entregar la nación entera una ley que pondrá fin para siempre a un injusto ordenamiento social que ha mantenido en la pobreza y en la iniquidad a los labran una tierra siempre ajena y siempre negada a millones de campesinos. Lejos de las palabras de vanos homenajes, el Gobierno Revolucionario concreta en un instrumento de inapelable acción jurídica ese anhelo nacional de justicia por el que tanto se ha luchado en nuestra Patria.” (p. 1)
La herramienta en concreto fue la Ley de Reforma Agraria (Decreto Ley Nº 17716), la cual tuvo fines dirigidos a abolir el sistema de servidumbre que proliferaba en la actividad agraria. En el sistema, las tierras eran propiedad de individuos o grupos con mayor poder adquisitivo y estatus social que los campesinos que empleaban para trabajar sus cosechas, logrando establecer esto mediante la dominación y la previa expropiación ilegítima y/o violenta a los partícipe de un aillu. La denominación más común para esta forma de funcionamiento del agro es gamonalismo. Con tal de esclarecer las metas que se planteó la Ley de Reforma Agraria, el Ministerio de Agricultura y Riego (2021) indica lo siguiente:
- “Eliminación del latifundio, del minifundio y de toda forma antisocial de tenencia de la tierra. B. El establecimiento de empresas de producción de carácter asociativo, de base campesina. C. La reestructuración de las comunidades campesinas tradicionales.
- El establecimiento de una agricultura organizada a base del esfuerzo asociativo de los agricultores.
- La creación de nuevos mercados a través de una justa distribución del ingreso que incremente el poder adquisitivo de la población marginada.
- El desarrollo paralelo de las industrias de transformación primaria en el campo.” (p. 3)
Como se puede apreciar, la Ley entrañaba un modo de pensar específico: el que la Gran Propiedad (el conjunto de propietarios de los grandes complejos agroindustriales azucareros) y los gamonales no han de poseer la tierra que no labra. Más allá de eso, este rasgo muestra la naturaleza nacionalista y progresiva en materia social que poseía Velasco y su Gobierno, al menos antes del golpe de Estado realizado por Francisco Morales Bermúdez. Su ideología contrastaba mucho con la de Fernando Belaúnde Terry, quien durante su primer mandato promulgó una Ley de Reforma Agraria en 1964 pero que exceptuaba a la Gran Propiedad.
En segundo lugar, tras la ejecución de la Ley de Reforma Agraria, los efectos inmediatos surgieron. En el aspecto económico, entre 1969 y 1979, Eguren F. (s.f.) comenta que se expropiaron 15.826 fundos, los cuales comprenden 9 millones de hectáreas. En efecto, el resultado fue la generación sin precedentes de Cooperativas Agrarias de Producción y Sociedades Agrarias de Interés Social. No obstante, la precariedad en el accionar del Gobierno impidió un crecimiento sostenido para las nuevas cooperativas. De hecho, la expropiación de las haciendas con personal más calificado representó una gran pérdida para el campo técnico y de gerencia en el agro. No se planteó una norma que habilite un mayor flujo de ingenieros agrónomos hacia las cooperativas. Entonces, la mayoría de cooperativas fracasaron estrepitosamente. Además, la deuda agraria fue significativa después de ofrecimientos de préstamo por parte del Banco Agrario (o, al menos, uno de los Bancos Agrarios), el cual fue fundado en 1931. Fue una grave equivocación considerar que gracias al avance tecnológico la emancipación del campesino solo traería altos niveles de rendimiento en las tierras. Las cooperativas simplemente no contaban ni con la tecnologías ni con el personal apto para manejarlas. Consecuentemente, la actividad en el rubro sufrió de descapitalización (Eguren F., s.f.). La reforma agraria tampoco logró elevar las condiciones de vida de quienes buscaba reivindicar. El campesino ya no era servil ante el gamonal, sino ante la pobreza. Trivelli C. (2023) muestra que actualmente “En el medio rural peruano (centros poblados con menos de 2 mil hab) 84% de las personas enfrentan alguna forma de pobreza (monetaria, multidimensional, subjetiva)”.
En tercer lugar, a largo plazo, la reforma agraria perpetuó algunas tendencias en la sociedad, la política y la economía. En lo que compete a lo primero, las tensiones sociales no se acabaron. Trelles A. (2016) indica que a pesar de la creación de asociaciones, la ejecución lenta y desigual de la reforma agraria en Andahuaylas provocó un fuerte descontento. Los campesinos, liderados por la Federación Provincial de Campesinos de Andahuaylas (FEPCA) y Vanguardia Revolucionaria, tomaron más de 60 haciendas en 1974, exigiendo una reforma agraria auténtica que representara sus intereses. A pesar de que estos grupos ya se hayan desmantelado, su influencia ha llevado a la concepción de algunos movimientos políticos de la ciudad, tales como “Todas las Sangres” y “Llapanchik”, los cuales están presentes y empedernidos en involucrar al campesino con los procesos electorales locales. En el aspecto político, la reforma agraria permitió que los subyugados se hagan derechamente ciudadanos. Sobre esto, Manrique N. (2019) aclara que:
“Se ha dicho, y es necesario repetirlo una y otra vez, que la tragedia producida por la guerra interna que Sendero Luminoso emprendió en 1980 hubiese sido mucho mayor de no haberse realizado la reforma agraria de 1969. Con todas sus fallas, defectos y errores, ella no sólo hizo propietaria a una fracción de la población campesina sino, con el fin del gamonalismo y la servidumbre, creó las condiciones para la extensión de la ciudadanía. Reconocer el derecho al voto de los analfabetos en 1979 abrió las puertas a millones de campesinos al ejercicio de algunos derechos ciudadanos básicos, y este es también un resultado de la reforma agraria.”
En materia económica, la productividad agrícola disminuyó un 18% a nivel nacional. Enterarse (2019) señala que para adquirir la canasta básica de alimentos en 1971 se necesitaban 27 horas de labor, mientras que en 1985 se necesitaban 89. En el proceso, el sistema de determinación de precios de terrenos fue inefectivo, ya que en el cálculo de valor se incluyeron terrenos improductivos, produciendo inflación de bienes raíces. Estas circunstancias en términos prácticos beneficiaron marginalmente el modo de vivir del campesino.
En cuarto lugar, se considera que la permanencia más importante es la incorporación de los campesinos en el sistema gamonal en la ciudadanía. En el convulso proceso de modernización, el Perú tenía la necesidad de abolir la servidumbre tal como lo hicieron otras naciones en el pasado. Los medios y contramedidas no fueron los adecuados, pero aseguraron que el Estado de Derecho y el reconocimiento de las libertades, incluida la de la propiedad privada, sean, por fin, modelos a seguir para el país en adelante. De no haberse dado este cambio, los temores de una guerra de clases se hubiesen materializado, los mismos que probablemente rondaban la mente del GRFA y actores gubernamentales previos.
En conclusión, la reforma agraria de 1969 es fundamental para entender los desafíos actuales del Perú. Aunque buscó empoderar a los campesinos, sus efectos fueron mixtos y dejaron una huella duradera en el estado de la ciudadanía, la movilización campesina y la productividad del sector agrario. A pesar de los esfuerzos por transformar el sistema agrario, la reforma no logró desmantelar completamente el status quo de inequidad social y económica que ha perdurado en el país. Es crucial que ciudadanos y líderes aprendan de esta experiencia histórica y participen en la promoción de reformas que respondan a las necesidades de todos. Es posible (y, solo tal vez, es necesidad) actuar en la construcción de un Perú más justo, solidario y crítico.
Referencias
- Eguren, F. (n.d.). Reforma Agraria y desarrollo rural en el Perú. Cultura.pe. Recuperado el 30 de septiembre de 2024, de https://centroderecursos.cultura.pe/es/registrobibliografico/reforma-agraria-y-desarrollo-rural-en-el-per%C3%BA
- Manrique, N. (2019, December 16). La Reforma Agraria, un parteaguas histórico. Revista Memoria PUCP. https://idehpucp.pucp.edu.pe/revista-memoria/articulo/la-reforma-agraria-un-parteaguas-historico/
- Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (n.d.). El proceso de reforma agraria. Gob.Pe. Recuperado el 30 septiembre de 2024, de https://www.midagri.gob.pe/portal/objetivos/70-marco-legal/titulacion-agraria-en-el-peru/413-el-proceso-de-reforma-agraria
- Trelles, A. (2016). Consecuencias inesperadas de la Reforma Agraria: Participación política campesina en la provincia de Andahuaylas. Revista Argumentos. https://argumentos-historico.iep.org.pe/articulos/consecuencias-reforma-agraria/
- Trivelli, C. (2023). POBREZA RURAL. Org.pe. Recuperado el 30 de septiembre de 2024, de https://cies.org.pe/wp-content/uploads/2023/05/Pobreza-rural_CTrivelli.pdf
- Velasco, J. (1969.). Juan Velasco Alvarado (1969): Mensaje a la Nación con motivo de la promulgación de la Ley de la Reforma Agraria. Marxists.org. Recuperado el 30 de septiembre de 2024, de https://www.marxists.org/espanol/velasco/1969/junio/24.htm